Profunda alegría nos invade por lo vivido el pasado 14 de julio, momento en que nos reunimos para disfrutar juntos el Café de la Paz, impulsados por ayudar con la presencia y los afectos más sublimes a nuestra ONG, Centro educativo integral “Camino a la Casita”.
De la manera en que gratamente nos sucede en cada jornada de similares características, sonrisas, concurrencias, abrazos y emotivas lágrimas, nos llevaron por el inusitado sendero de los sentimientos más íntimos.
Fuimos silenciosos testigos de reencuentros de hermanos, que necesitaron de una excusa tan extraordinaria, como es la de colaborar con aquellos que de privilegios poco conocen, para redescubrir sonrisas olvidadas en baúles helados por la jactancia.
A esta Comisión organizadora le cuesta mucho, una vez más, acertar con las palabras que puedan sintetizar el franco agradecimiento que nos moviliza y nos guía hacia todos los que pudieron estar presentes, como también a aquellos que no consiguieron asistir deseando hacerlo.
Por un instante nos arrogamos un mandato Divino y en dulce compensación les ofrecemos las sonrisas de nuestros chiquitos y en su nombre les decimos INFINITAS GRACIAS por darnos tanto.
Que la Luz del Padre nos proteja y que el Amor de Jesús nos oriente y nos ayude a continuar con este noble objetivo. Estamos seguros que entre todos podemos lograrlo…
Compartimos algunas fotos de aquella maravillosa tarde.
